A propósito de la recuperación del legado y el patrimonio de El Jardí de l’Amistatun solar abandonado en el barrio de Can Rull, Sabadell, que fue una iniciativa pionera del naturismo catalán liderado por Llum de la Selva. Un proyecto mediado por Sitesize y Acció cultural metropolitana. http://jardidelamistat.wordpress.com/

LOS MISMOS JARDINES, OTR@S JARDINER@S  

Lo que implica leer el jardín no es el conocimiento exhaustivo de su identidad sino por el contrario la participación en un infinito juego de diferencias.[1]

Cuando una persona entra en un jardín percibe esa imagen de la naturaleza reordenada y dividida por el ser humano. Conlleva siempre una nostalgia del Paraíso, de ese lugar ideal o utópico, un invisible mítico y lejano, espejo de la historia. El jardín es presentado y representación de vínculos espirituales con la naturaleza, sistemas de creencias, visiones cosmológicas, del arte y su idealización, metáforas sociales…Es sueño mitológico de equilibrio y acuerdo entre hombres, mujeres y sus necesidades, es sueño de gestión sostenible en el lenguaje de la ciencia contemporánea. Son reservas naturales de gran importancia ya que un minúsculo jardín puede constituir un vivero, que en un acto de repoblación pasiva[2], es capaz de repoblar todo un bosque o contener polinizadores para más de cinco kilómetros a la redonda. También contiene la materialización de un deseo de inmortalidad de los seres humanos; plantar árboles, bosques y jardines es una forma de perpetuar mucho más poderosa que la ambición de perpetuarnos con la genética, las ideas o la notoriedad, el jardín es una forma de hacerse vivo[3].

Un jardín contiene vida y procesos orgánicos que no son ajenos a las relaciones sociales y a las políticas del espacio, sino que están dentro de un mercado inmobiliario, de bienes vivos y conocimientos (semillas, poblaciones, cultivos…). Pero además, los jardines son concebidos como espacios para ser vividos, manifiestan los juegos de poder y dominación, cruzándose y disputándose sin cesar la auto-representación. Lo social, lo mental y lo ambiental se articulan en la evolución histórica y su ideario, reflejando su posición en el campo de la cultura, del arte y el pensamiento de una época. Cuando la escritura no era de uso corriente, el árbol era el depositario y guardián de las promesas y juramentos; la ley, la justicia y los acontecimientos sociales ocurrían a sus pies, los monarcas firmaban acuerdos de paz en la grandeza de sus jardines…Su significado puede reafirmar el sentido del lugar y ampliar el espacio y el tiempo para recrear la salud, la cultura, el deporte, el arte…la relación del sujeto con el cuerpo, lo cotidiano, conyugal, de vecindad, la finitud del tiempo, la vida y la muerte.

Hoy día las relaciones con la biosfera se vuelven claves para la supervivencia y la gestión del medio y de la vida. Vivimos un entorno que se fragmenta y desterritorializa, en el que los seres humanos se desconectan de la naturaleza perdiéndose sus lenguajes. Más que nunca es el momento de cuestionar la relación entre el campo y la ciudad, de facilitar procesos de diálogo intergeneracional de conocimientos, de recuperar y hacer visibles las estructuras ecológicas y la emergencia de nuevas formas de identificación y retorno a la naturaleza con un sentido adecuado a nuestro tiempo. En esto consiste el trabajo que Sitesize y Acció cultural metropolitana llevan a cabo en El Jardí de l’Amistat. Son otr@s jardiner@s cuyo oficio torna digno de nuevo y atestigua los cambios, regenera el entorno y las relaciones, e intercambia la globalización del mundo actual por la “planetarización de la tierra como jardín”.[4] A través de un proceso de desvelar la historia, la cultura y los saberes de ese lugar, intentan abrir posibilidades para la acción cooperativa para su reconstrucción sobre el terreno. Una búsqueda de la revivicación del jardín, de reafirmar a la naturaleza como algo necesario para la experiencia humana.

 Lorena Lozano

 


[1] M. JAKOB, El jardín y la representación. Pintura, cine y fotografía. Ed. Siruela, Madrid, 2010

[2] I. ABELLA, La Magia de los Árboles, Ed. Integral, Barcelona 2003

[3] Idem

[4] G. CLÉMENT, Le jardin Planétaire, http://www.gillesclement.com/index.php

 

 

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